martes, 27 de noviembre de 2012

¿ Es / debe ser el Arte bello?

El arte puede o no ser bello: en la actualidad no es una cualidad intrínseca del mismo, como hemos podido observar especialmente en las tendencias artísticas de las últimas décadas.
En la antigüedad la idea de arte sí estaba ligado al concepto de belleza, junto con otras connotaciones como grandiosidad, superioridad e incluso divinidad.
Tradicionalmente se ha otorgado un papel fundamental al gusto estético en el momento de enfrentarse a la obra de arte, quizá por ese legado que nos llega de las grandes épocas de la historia del arte, dónde lo  bello representaba lo ideal y por tanto lo respetado y admirado.
Sin embargo, hoy en día se ha demostrado que el arte no es tan solo algo estético, en el sentido de bello, agradable y placentero. El arte no solo sirve para recrear nuestro placer visual a través de magníficas composiciones de color y forma e insuperables técnicas plásticas, sino que puede y debe ser un medio y una herramienta para configurar la sensibilidad de los seres humanos en todas sus vertientes.
Es en el periodo posmoderno cuando el arte se cuestiona más allá de la belleza que pueda desprender, fijando nuevas perspectivas y ámbitos de actuación para con la sociedad, y llegando por otra parte, a límites altamente cuestionados que rozan con el concepto de espectáculo cuando en un determinado museo se pueden observar animales en formol como obra de arte contemporánea [i] .
El arte debe servir como vehículo sensibilizador, como elemento crítico con el entorno  y como facilitador de nuevos modos de mirar, sentir y pensar, y es en este sentido como debe enseñarse tanto en entornos escolares (o formales) como en contextos museísticos.
Por tanto, a la cuestión de si se debe propiciar un criterio autónomo relacionado con el arte, es obvio que las distintas expresiones artísticas que se planteen en las aulas deberán servir como medios para que los individuos configuren tanto una capacidad crítica consigo mismos, derivando en una construcción progresiva de la personalidad, como con la sociedad que les rodea, obteniendo  innumerables recursos para enfrentarse a los desafíos que esta les plantee.


[i] Exposición en la Tate Modern, de Damien Hirst.

1 comentario:

Javier Romero dijo...

Buenas Magdalena!
Me ha gustado cuando haces referencia a que el arte debe sensibilizar, criticar, y enseñar a mirar.
La primera idea se entronca más bien con la de despertar la sensación estética (de la que hablas al principio como condición básica del arte a través de la Historia).
La de criticar, se relaciona con la idea del artista- intelectual, preocupado por los problemas de su mundo.
Y la de enseñar a mirar es la que me ha llamado la atención. ¿La obra en sí como medio didáctico? ¿por ejemplo, el cubismo nos enseña a mirar la realidad desde sus múltiples perspectivas que la conforman? ¿cómo lo ves?

un saludo!
Javier.